Al igual que al confeccionar una prenda al bies, es decir, basada
en el corte de la tela en diagonal respecto al hilo, esta exposición propone tejer un relato a contraurdimbre para arrojar luz a la producción artística de las mujeres en la España de finales del siglo XIX y principios del XX.
A partir de la recuperación y catalogación de piezas y la interpretación desde nuevas perspectivas, esta muestra articula otras formas de entender los paradigmas de la modernidad y la vanguardia, hasta ahora restringidos a unas prácticas que han dejado fuera una parte consustancial de la actividad artística realizada por las mujeres.
A través de seis áreas temáticas, descubriremos cómo las artes vinculadas al adorno, la decoración y el espacio íntimo reflejaron los cambios sociales y culturales que permitieron un avance fundamental en la situación de las mujeres. Entre lo doméstico y lo público, sus prácticas abarcaron vertientes como el diseño de interiores, la moda, la escena, la ilustración, la cerámica y la encuadernación. Pese a la invisibilización sufrida en la historiografía, que consideraba estas manifestaciones «artes menores», en buena medida por asociarse a lo femenino, esta muestra profundiza en un fascinante panorama creativo del cambio de centuria en el que las mujeres reivindicaron un arte en sus propios términos que merece ser reconocido.
Fotografía de Victorina Durán en el estudio
de Ventura de la Vega, 1921. MNAD
Dueñas del diseño:
Los espacios de las artista
En unos años en los que, como consecuencia de la revolución industrial movimientos extranjeros como Arts & Crafts y la Bauhaus reivindicaban eliminar las jerarquías entre las artes y las artesanías y democratizar el diseño, relevantes voces de la cultura española también promovieron el rescate de los saberes tradicionales y la promoción de las artes aplicadas. Entre ellas destacaron numerosas artistas que progresivamente fueron ampliando su presencia en instituciones educativas, espacios profesionales y muestras diversas. Algunos de sus hitos comprendieron su trabajo en el Museo Nacional de Artes Industriales desde 1912 —que pasaría a denominarse posteriormente Museo Nacional de Artes Decorativas— y su participación en la Exposición Internacional de Artes Decorativas de París en 1925. Así lo confirman también sus nutridos expedientes en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado o sus solicitudes de becas a la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas.
La creciente independencia de las mujeres se tradujo en la configuración de sus propios talleres, instituciones y organizaciones, donde se tejieron fuertes redes fundamentales para entender el avance en sus derechos y la apertura de espacios en la sociedad española del momento. La escena —un espacio también susceptible de cierta subversión para muchas mujeres— acogió numerosas propuestas de bailarinas y actrices, al tiempo que otras trabajadoras anónimas confeccionaron vestuarios y escenografías en los talleres teatrales.
Matilde Calvo Rodero, estudio de Ventura de la Vega, s. f.
Colección Cristina Durán y Antón Giménez-Arnau Durán. Depósito MNAD
El hilo
moderno
Las artistas de la España de finales del siglo XIX y principios del XX desarrollaron profusamente las artes decorativas
del ámbito textil, una dedicación lógica dada la presencia central que las labores de aguja ocupaban entre las enseñanzas
de las mujeres. Pese a que, paradójicamente, dentro de la esfera profesional muchos hombres lideraron casas de moda
y firmaron el diseño de figurines para obras de danza, cine y teatro, numerosas creadoras lograron acuñar sus propias marcas. Entre ellas, varias diseñadoras extranjeras importaron sus prendas o se instalaron en ciudades españolas, donde lograron
un éxito relevante y ayudaron a revolucionar la moda y la decoración con motivos modernos y vanguardistas.
El encaje y el bordado continuaron asociados al quehacer de las mujeres desde el ámbito del hogar, al tiempo que destacadas figuras impulsaron la conservación y transmisión de estos legados a través de talleres y exposiciones. Técnicas novedosas como el batik —un tipo de pintura sobre seda de origen asiático— se imbricaron en las tendencias de relectura de los orientalismos desde el modernismo y el art déco. A su vez, las formas textiles tradicionales y los trajes populares convivieron con la proliferación de nuevas prendas, modas y complementos que respondían a los hábitos de las mujeres modernas.
Victorina Duran y José Joaquín González Edo, Diseño de interiores para un cuarto de estar, 1936. MNAD
Un papel
protagonista
Las artes del libro concentraron una atención primordial entre las artistas españolas de las primeras décadas del siglo XX. La ilustración de publicaciones y la encuadernación constituyeron dos ámbitos profesionales muy demandados. La proliferación de prensa ilustrada, que incluía, además, títulos especialmente dirigidos al público femenino, y de editoriales de libros y cuentos infantiles, favoreció el trabajo de las artistas en vertientes estéticas muy diversas, desde
el simbolismo y el modernismo a visiones más rupturistas como el ultraísmo
o tendencias constructivas.
La iconografía transmitida a través de estas estampas y grabados recogió también la autorrepresentación de las artistas. A estas imágenes se sumaron
las escenas de cuidados y las reivindicaciones de las mujeres modernas.
Poco a poco se las veía en la dirección de negocios, conduciendo coches
o practicando deporte. Se trataba, al fin y al cabo, de reclamar el acceso
a lo público en igualdad de condiciones.
Manuela Ballester, portada para Babbitt, de Sinclair Lewis, editorial Cenit, 1930. Colección particular
Mujeres a escena
Las artes escénicas constituyeron un espacio fundamental para el trabajo, la experimentación y, también, la subversión de las artistas en el cambio de siglo. Muchas de ellas lograron encontrar en este ámbito un refugio desde el que cuestionar y transgredir la identidad de género impuesta por la sociedad.
Sobre el escenario, coreógrafas, compositoras, actrices y otras intérpretes encontraron libertad, poder de actuación e independencia. Entre bambalinas, escenógrafas, figurinistas y sastras aplicaron su creatividad para poner
en escena la materialización de estas sinergias artísticas. Si las primera tuvieron que lidiar con una consideración social en constante cuestionamiento moral, las segundas se sumieron muchas veces en el anonimato o la falta
de reconocimiento. Pese a todo, el valor de sus aportaciones resulta incuestionable.
Flora López Castrillo, Cantatriz griega, 1913. MNAD.
El universo
de lo íntimo
El hecho de que el ámbito doméstico fuese el destino tradicional y mayoritario para las mujeres llevó a que dedicaran gran atención a intervenirlo y ponerlo a su gusto. Progresivamente, se ocuparon también de decorar nuevos espacios interiores, como el Lyceum Club Femenino
o algunos Paradores de Turismo. Con todo, en este periodo las mujeres
aún no podían firmar en solitario el diseño arquitectónico —hasta junio de 1936 no se tituló la primera arquitecta, Matilde Ucelay—, por lo que
se apoyaron en la colaboración con distintos compañeros titulados.
Esta estrecha relación con la naturaleza y la forma de los objetos cotidianos, el mobiliario y el adorno descubre una actitud común en muchas autoras
que reflexionaron sobre la materialidad y el «alma de las cosas muertas», como percibía Victorina Durán entre sus pertenencias. Lámparas, armarios, biombos y sillas, heredados de sus familias o intervenidos por ellas, invadieron sus espacios de intimidad y proyectaron la vida interior
y la personalidad de estas artistas.
Marisa Roësset Velasco, Autorretrato, 1924.
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid.
Ventanas abiertas
al mundo
La dedicación de las artistas al paisaje de gran formato y la pintura al aire libre permitió que la naturaleza penetrara en el interior y se integrara en la decoración. Al mismo tiempo, el jardín actuó como lugar intermedio entre el contexto privado y la vida pública, un entorno natural domesticado y amable para cuyo disfrute es posible encontrar
la concepción de bancos y fuentes firmados por las artistas.
En estas décadas de transición fundamental hacia la conquista de derechos para las mujeres, el paso de quien mira desde el interior del hogar a través de la ventana para salir al espacio público constituye la materialización de una metáfora. En última instancia, más allá del horizonte, otras creadoras imaginaban y diseñaban un mundo exterior
más justo, aquel que todavía hoy esperamos en clave de igualdad.
Organizada por
Ministerio de Cultura y Deporte
Museo Nacional de Artes Decorativas
Comisariada por
Carmen Gaitán Salinas
Idoia Murga Castro
Museo Nacional de Artes Decorativas
Dirección
Sofía Rodríguez Bernis y Félix de la Fuente Andrés
Exposiciones
Mercedes del Valle Gutiérrez, José Luis Díez Garde, Cristina Guzmán Gutiérrez y Melania Mora Luna
Colecciones
Celia Diego Generoso, Silvia Alfonso Cabrera, Félix García Díez, Javier González Zaragoza, Nuria Moreu Toloba y Juan José Quirós Serrano
Conservación y restauración
Paloma Muñoz Campos, Blanca Aranda Rubio, Margarita Arroyo Macarro, Leticia Pérez de Camino Fernández y Julia Ogayar Seiz
Comunicación
Raquel Cacho González, Lucía Aguirre Vaquero, Ainhoa López de Lacuesta y Sara Prieto Huecas
Administración
Teresa Pérez-Jofre Santesmases, Noelia Alonso
Rodríguez y Antonio Moles Matías
Diseño gráfico
Curiosa Educación, S.L.
Montaje
Smart & Green Design
Restauradores
Alet Restauración y Conservación, Berengère Ruffin Creuzé De Lesser, Instituto del Patrimonio Cultural de España. IPCE, Ana Albar, Sylvia Carrasco Damián, Mónica Enamorado Martínez, Ana Rosa García, Mª Antonia García, Carolina Mai Cerovaz, Beatriz Mayans, Julia Montero, Enrique Parra Crego, Nuria Pons Alemán, Noa Quinteiro Carrera, Irene Rodriguez Abad, Ana Belén Soldevilla Navarro, Paloma Somolinos Herrero, Carmen Soriano Martínez, Cristhian Valverde Tito, María Zamorano Ferrer
Enmarcado
Estampa Marcos, S.L., Marcos Artesanos Villanueva XXIII, S.L., Castelló 4 Galería de Arte y Enmarcación (Carmen Rodríguez Rico)
Montaje expositivo y producción gráfica
TEMA S.A.
Transporte
INTEART S.L.
Seguros
One Underwriting, S.L.U.